miércoles, 2 de diciembre de 2009

Reflejo

No hacía falta que el sonido viajara en el vacío del espacio, lo que había en su rostro era una sonrisa sencilla, no una enorme carcajada. Frente a él el planeta yacía estéril, cubierto por una alfombra azul de ozono y agua. Sentado sobre la nada lo único que crecía era la expectativa. Detrás de él cruzaron velozmente los asteroides, despeinando al Espectador con sus estelas de gas y hielo y vapor de agua. Las rocas viajeras se encendieron al entrar en contacto con la atmósfera, rompiendo el bello pero monótono paisaje frente a sus ojos, añadiendo fuego al espectáculo. El rojo y el ámbar de los asteroides transformó la quietud azul en un lienzo cambiante de maremotos y llamaradas, un espectáculo casi viviente que el universo le regalaba al Espectador. La gravedad, como mano que guía a la pareja en un intrincado baile, seguía atrayendo la lluvia de roca espacial durante el crescendo de la sinfonía insonora.
La ignición del ozono transformó al planeta en una llamarada viva que opacaba al gigante rojo que apenas brillaba en la distancia.

Aunque la sonrisa del Espectador permanecía en el mismo lugar, sus ojos transmitían mucha más emoción, profunda alegría transformada en una mueca de júbilo y melancolía. Lágrimas de felicidad en sus ojos reflejaban el brillo del fuego que consumía al planeta, transformado en una medusa de ozono encendido.

martes, 3 de noviembre de 2009

lunes, 26 de octubre de 2009

Para los Sentidos

El impacto metálico deformó las facciones por un momento, resultando en una mueca poco natural de piel contraída y rota. El sonido de hueso rompiéndose ahogó por completo la debilidad de la sangre impactando el suelo. La visión se nubló por completo, el mundo se volvió borroso ante una explosión de dolor como nada que hubiera sentido antes. La sangre entre los dientes esparcía su sabor metálico por la boca, como si la pesada llave mecánica tratara de meterse también por su lengua y su garganta. La sangre comenzó a brotar también por la nariz, bloqueando todos los demás olores del ambiente, salía a chorros al sacar aire, negándole entrada a la faringe.

Impacto para el tacto.
Impacto para el oído.
Impacto para la vista
Impacto para el gusto.
Impacto para el olfato.

Sin más el sujeto cayó, el suelo lo recibió con otro fuerte impacto y el frío del olvido. Tras el hombre cayó la pesada llave, repitiendo su impacto sin clemencia, tan contundente como la primera vez.

domingo, 4 de octubre de 2009

Parranda Magna

Los efectos de la parranda magna se hacían notar. Nadando en vómito nuclear veo muertos meciéndose en el columpio asesino que me ofrecen dulcecitos de cianuro. Pero como no me gustan seguiré chupando aceite de bebé.

Escrito por mí en un ejercicio de improvisación de mi Taller de cuento.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Me devoran las palabras Javen

Porque estoy escuchando una canción poco conocida, secreta, escondida, que desde que la escuché hasta hoy me dice cosas enromes y nunca ha dejado de hablarme, nunca nunca, y quise escribir algo en ese margen y no pude, me devoró una y otra vez y me hizo uno con ella.

No hay mejores palabras que las ya escritas para plasmar la inmensidad que se genera en mi Ser.


Yo soy el Mar, triste y violento,
que escapará hacia adentro eterno,
con su inmensidad, agua y sal.
Triste remar en este cuerpo etéreo.

Yo soy el Sol, brillante y fuerte,
que alumbrará todo el cielo eterno,
con su inmensidad, calor total.
Triste girar en este cuerpo etéreo....


Escondida en Libres y Locos, donde nadie creyó encontrar tales palabras, tales símbolos, aunque los significados nos toquen a cada quien.

martes, 11 de agosto de 2009

Grafitti en Aire

La lata de aerosol debe estar vacía, no se te olvide, porque si tiene pintura adentro entonces, ¿ de dónde va a salir la luz? Ponte la máscara antes de empezar a pintar, porque si la luz se te mete a los pulmones te vas a ahogar. La luz debe entrar por los ojos, por eso no te dejo usar lentes, aunque al principio duela. ¡Oye! Pon atención, concéntrate que si no el mundo entero va a entrarte en los ojos y no vas a ver con claridad lo que hay en tu mente. Ahora sí, vacía tu mente, no la pongas ni en blanco.
¿Listo?
Una. Dos. ¡Tres!

Eso es, cuida los detalles que el aire es un lienzo muy quisquilloso, no se deja pintar por cualquiera, sólo por pintores de luz. En aquella esquina te faltó, la noche se va a comer esa parte si no la delineas bien. Por acá se ve débil tu diseño, saca más luz de tu mente. No dejes que el mundo invada tu diseño, hazle entender que esta obra tuya es tan parte de él como el agua y la noche. Apura ese diseño que el aire se me está escapando entre los dedos, no lo voy a poder detener mucho tiempo.
Nada mal para ser el primero, ahora ponle una gota de sangre para firmarlo.

Ya está listo.

Este grafo es tan fuerte que ni el día lo va a borrar, esa es el alma verdadera de los pintores de luz en aire.

Hombre

I.
Al principio el aire era casi líquido. El hombre dentro parecía atrapado, pero en realidad disfrutaba en absoluta calma el latir de su corazón, arrítmico al oído poco entrenado de la mayoría, pero que servía de estandarte a una sinfonía por venir, sus tonos bajos haciendo vibrar la sangre en las venas del hombre, y por extensión el espeso aire.

II.
¡Respiración! Los puños se cierran y el aire se lleva el crujir indoloro de los huesos de su mano, llevando la percusión a las orillas del mar de aire. Se abren y se cierran casi latiendo, llevando un ritmo diferente que la sangre y el corazón.

III.
Ojos abiertos. Cada pestaña manda ondas independientes por la superficie del aire, los círculos se impactan y crean un patrón, el hombre lee el lenguaje de su vida en la simetría superpuesta, habla con el movimiento del aire, ve con la música en su cabeza.

IV.
Labios separados. Los dientes se muestran, un grito silencioso crea nuevas formas en la espesa nube invisible. No articula, el cuerpo líquido se estremece, el hombre permanece inmóvil a pesar del aire en movimiento.

V.
El mundo se mueve. El aire crece y cubre el mundo.

VI.
La música explota e invade el mundo. El hombre transmite su mente al mundo. El aire lleva la música del hombre. La música lleva la mente del hombre. El mundo entiende la música del hombre. El mundo se deja llevar por el hombre. El mundo no tiene miedo porque tiene la música del hombre.

La música se acaba.
Se acaba el mundo.
Se acaba el hombre.

Respirar

La respiración fluída le devolvió la vida a la palabra.