lunes, 26 de octubre de 2009

Para los Sentidos

El impacto metálico deformó las facciones por un momento, resultando en una mueca poco natural de piel contraída y rota. El sonido de hueso rompiéndose ahogó por completo la debilidad de la sangre impactando el suelo. La visión se nubló por completo, el mundo se volvió borroso ante una explosión de dolor como nada que hubiera sentido antes. La sangre entre los dientes esparcía su sabor metálico por la boca, como si la pesada llave mecánica tratara de meterse también por su lengua y su garganta. La sangre comenzó a brotar también por la nariz, bloqueando todos los demás olores del ambiente, salía a chorros al sacar aire, negándole entrada a la faringe.

Impacto para el tacto.
Impacto para el oído.
Impacto para la vista
Impacto para el gusto.
Impacto para el olfato.

Sin más el sujeto cayó, el suelo lo recibió con otro fuerte impacto y el frío del olvido. Tras el hombre cayó la pesada llave, repitiendo su impacto sin clemencia, tan contundente como la primera vez.

domingo, 4 de octubre de 2009

Parranda Magna

Los efectos de la parranda magna se hacían notar. Nadando en vómito nuclear veo muertos meciéndose en el columpio asesino que me ofrecen dulcecitos de cianuro. Pero como no me gustan seguiré chupando aceite de bebé.

Escrito por mí en un ejercicio de improvisación de mi Taller de cuento.