miércoles, 14 de julio de 2010

Ascensión

Brotó del fondo de la tierra, de un mar de fuego. El grito de su liberación retumbó en la bóveda celeste y le dio voz a los rayos que anunciaban su llegada. Sus brazos levantados en señal de triunfo cayeron contra los muros de su prisión, haciendo retumbar los cimientos de la creación misma. Las marcas de sus manos transformaron las montañas en valles y abismos profundos, cambiando al mundo.

Su imponente figura, alta sobre el mundo que lo contuvo en el apogeo de su gloria, eclipsó la luz del Sol y sumió a sus enemigos en la sombra y la desesperación. Su mirada era el escape de su ira contenida, que cavaba hoyos en la carne de sus enemigos y lo recompensaba con un coro de grito y llanto. Cuando el ser abandonó su prisión la tierra se cubrió de azufre y metal fundido, dando cruel sepultura a la descendencia de sus captores.

miércoles, 30 de junio de 2010

Escorpiones

Los escorpiones viven en la noche. Cada vez que el sol desaparece del cielo bajan de telarañas amarradas a las estrellas, se deslizan por el cielo sin cadencia o gracia y caen en la cabeza de la gente desprevenida, causándoles la muerte instantánea por la maldición que sus padres sembraron. Los escorpiones tienen pinzas de carbón, de obsidiana y cenizas que hacen que los niños enloquezcan en las horas del amanecer. Los gritos son culpa de los escorpiones, su veneno es débil porque les gustan más los gritos que el silencio, y los muertos no gritan.

Cuando la luna está llena es peor, porque caen todos los escorpiones en el mismo lugar, por eso nadie vive en el desierto, ahí es donde caen más seguido. La luna los transforma en cosas peores, en bichos discretos sedientos de almas, su veneno es más fuerte y no se ven sino en la luz negra que reacciona y los hace brillar.
Pero cuando la luna no está llena se mezclan mejor en las sombras, y usan esas pinzas endemoniadas para cortarte en pedazos.

Antes era peor, antes del hombre. Porque los escorpiones eran gigantes, y se comían a las manadas que corrían asustadas por la tierra, y chorreaba la sangre y por eso las piedras de aquí son rojas. Y también se comían a las parvadas, porque cuando caen del cielo por las telarañas se agarran de las aves y las devoran.

sábado, 15 de mayo de 2010

Rock

Sabes que el rock es lo tuyo cuando dicen Pantera y no piensas en un animal

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Reflejo

No hacía falta que el sonido viajara en el vacío del espacio, lo que había en su rostro era una sonrisa sencilla, no una enorme carcajada. Frente a él el planeta yacía estéril, cubierto por una alfombra azul de ozono y agua. Sentado sobre la nada lo único que crecía era la expectativa. Detrás de él cruzaron velozmente los asteroides, despeinando al Espectador con sus estelas de gas y hielo y vapor de agua. Las rocas viajeras se encendieron al entrar en contacto con la atmósfera, rompiendo el bello pero monótono paisaje frente a sus ojos, añadiendo fuego al espectáculo. El rojo y el ámbar de los asteroides transformó la quietud azul en un lienzo cambiante de maremotos y llamaradas, un espectáculo casi viviente que el universo le regalaba al Espectador. La gravedad, como mano que guía a la pareja en un intrincado baile, seguía atrayendo la lluvia de roca espacial durante el crescendo de la sinfonía insonora.
La ignición del ozono transformó al planeta en una llamarada viva que opacaba al gigante rojo que apenas brillaba en la distancia.

Aunque la sonrisa del Espectador permanecía en el mismo lugar, sus ojos transmitían mucha más emoción, profunda alegría transformada en una mueca de júbilo y melancolía. Lágrimas de felicidad en sus ojos reflejaban el brillo del fuego que consumía al planeta, transformado en una medusa de ozono encendido.

martes, 3 de noviembre de 2009

lunes, 26 de octubre de 2009

Para los Sentidos

El impacto metálico deformó las facciones por un momento, resultando en una mueca poco natural de piel contraída y rota. El sonido de hueso rompiéndose ahogó por completo la debilidad de la sangre impactando el suelo. La visión se nubló por completo, el mundo se volvió borroso ante una explosión de dolor como nada que hubiera sentido antes. La sangre entre los dientes esparcía su sabor metálico por la boca, como si la pesada llave mecánica tratara de meterse también por su lengua y su garganta. La sangre comenzó a brotar también por la nariz, bloqueando todos los demás olores del ambiente, salía a chorros al sacar aire, negándole entrada a la faringe.

Impacto para el tacto.
Impacto para el oído.
Impacto para la vista
Impacto para el gusto.
Impacto para el olfato.

Sin más el sujeto cayó, el suelo lo recibió con otro fuerte impacto y el frío del olvido. Tras el hombre cayó la pesada llave, repitiendo su impacto sin clemencia, tan contundente como la primera vez.

domingo, 4 de octubre de 2009

Parranda Magna

Los efectos de la parranda magna se hacían notar. Nadando en vómito nuclear veo muertos meciéndose en el columpio asesino que me ofrecen dulcecitos de cianuro. Pero como no me gustan seguiré chupando aceite de bebé.

Escrito por mí en un ejercicio de improvisación de mi Taller de cuento.